Imaginaros un momento vuestra ciudad, las calles de vuestra urbe, con sus obras con las aceras levantadas, sus grafittis invadiendo las blancas paredes llenas de mierda de los coches, los claxones de los mencionados avisando del caos circulatorio, pensad en el ir y venir de los miles de peatones que como hormigas corren de un lado al otro de su lugar de vivencia. Las tiendas abiertas, los bares llenos, las terrazas con mujeres tomandose cafés mientras charlan de sus maridos, los autobuses dejando a los escolares en casa, los niños jugando al futbol... pensad en lo que es una ciudad.

Una ciudad es eso y mucho mas, pero desde luego lo que no es una ciudad es Vitoria a estas horas. No se le puede llamar ciudad a esto, carece de cualquier cosa para ser llamada así, desde el cielo Vitoria ahora sería una maquetita de casas una junto a la otra, con cientos de miles de alfileres con punta de bola iluminando dichos edificios. Es un fantasma que silencioso ve pasar las horas hasta que el astro rey sale por el este, rompiendo el sueño de miles de Vitorianos y Vitorianas. Caminando por una calla muerta me he encontrado con 8 personas que como yo, en lugar de dormir se dedican a vivir otra vida, la nocturna, sea cual sea su modo de ver la vida. Es impresionante observar como una ciudad de 230.000 habitantes duerme mientras tu caminas un recorrido de 25 minutos de duración, solo ves cuartos oscuros, ventanas cerradas con las persianas bajadas, donde tras ellas duermen vitorianos y vitorianas felizmente. Que sensacion mas... no se, rara, no se me ocurre otra forma de describirlo, francamente se me ha llegado a hacer aterrador en algún instante el silencio, muchisimo peor que el peor de los alborotos ruidosos de las urbes actuales.

No he querido decir nada, sólo transmitir mi sentimientos ante este paseo nocturno en solitario, ya habéis comprobado que he vuelto de Malaga, allí me he despedido del sol que calienta, de la arena de la playa, del mar y de las chanclas, asi como de mil y un recuerdos, unos gratos y otros no, espero que dentro de 365 días mi vida este aunque sea una pizca mejor, o por lo menos igual. Ya voy a cumplir dos años al frente de esto, como pasa el tiempo...